viernes, 11 de agosto de 2017

Georgia: El complejo de Monasterios de David Gareji

A la vuelta a Tblisi mi siguiente punto del itinerario era el complejo de Monasterios de David Gareji, situado en una zona desértica en la frontera de Azerbaiyan.

David Gareji fue uno de los monjes conocidos como los Trece Padres Asirios que vinieron de Oriente Medio a predicar el Cristianismo en Georgia en el siglo VI. Su líder era San Juan después llamado Zedazneli.  Inicialmente David Gareji predicaba en los alrededores de Tblisi, hasta que se trasladó a esta zona desértica del sudeste de Georgia.

La zona tiene varios monasterios de los cuales se visitan los de Lavra y Udabno. El monasterio Lavra donde está enterrado David Gareji y su discípulo cofundador del complejo, actualmente vuelve a albergar a una pequeña comunidad religiosa. El Monasterio Udabno está formado por un conjunto de cuevas donde se conservan algunos frescos medievales. La visita se acabó quedando a medias por los motivos que luego explicaré.


 Foto: Monasterio Lavra (David Gareji)
Autora: Marta Leonor Vidal García

A David Gareji se puede llegar en coche por dos rutas, una la más corta por Rushtavi y otra por Sagarejo. Intenté la de Rushtavi siguiendo las indicaciones del google map y del hotel. Me fui a la plaza Ketevan Tsamebuli donde está la estación de metro, seguí la Avenida del mismo nombre y a partir de ahí le perdí el rastro a la siguiente carretera de Gachiani, Rustavi-Jandara. Me metí en unos suburbios cochambrosos y al al final sin poderme orientar salí a la carretera principal a Sighnagi y tomé la ruta de Sagarejo. Aquí dejo el mapa de Google.



Me paré a preguntar en una tienda de vinos si la carretera estaba bien para un turismo y me confirmaron que sí. No tardé mucho en llegar, unos 45 minutos desde el desvío de Sagarejo. El paisaje de repente cambia al desierto de Los Monegros. Es un sitio curioso, donde sobrevuelan halcones.




Foto: carretera a David Gareji
Autora: Marta Leonor Vidal García


Había salido un poco tarde de Tblisi por una incidencia, y añadiendo el retraso por el cambio forzado de ruta, me dieron las 11,30 en David Gareji con un calor bastante fuerte en la zona. Recomendaciones: empezar la visita temprano y llevar agua y comida porque no hay ningún sitio donde comprar nada en la zona.

Subí a visitar al Monasterio Lavra que está esculpido en la roca y actualmente alberga a una pequeña comunidad de monjes de la Iglesia Ortodoxa Georgiana.






Fotos: Monasterio Lavra (David Gareji)
Autora: Marta Leonor Vidal García

David Gareji fundó en el siglo VI junto a uno de sus discipulos, Lukiane, un monasterio en esta zona desértica fronteriza con Azerbaiyán. La actividad monástica del complejo fue creciendo con la fundación de nuevos monasterios: Dodos Rka, el monasterio de Juan el Bautista, el monasterio de Udabno, Bertubani, Sabereebi, Tetri Udabno, Motsameta o Chichkhituri .

El complejo monástico se convirtió en el siglo X en un  destacado centro religioso que alcanzó su apogeo en los siglos XII-XIII. En el siglo XVII el Sha Abbas asesinó a 6000 monjes durante la Pascua Ortodoxa y desde esa fecha el Monasterio entró en declive hasta su definitivo abandono en el s. XIX en que desaparecieron los últimos monjes.

Las cuevas de la parte baja del patio corresponden a las antiguas celdas de David Gareji y sus discípulos.




Fotos: Monasterio Lavra (David Gareji)
Autora: Marta Leonor Vidal García

En el Monasterio Lavra se encuentra la tumba de David Gareji y su discípulo Lukiane dentro de la Iglesia de la Transfirguración.


Foto: Iglesia de la Transfiguración (David Gareji)
Autora: Marta Leonor Vidal García

A la salida de la visita al Monasterio Lavra, que se hace bastante rápido, le pregunté al monje de la tienda por el camino al Monasterio Udabno, el otro complejo con cuevas donde se conservaban restos de frescos medievales y que se suponía próximo a Lavra. Entonces descubrí con pavor que me esperaban de dos horas y media a tres de caminata cuesta arriba por un pedregal en pendiente a 45 grados sin sombra para ver las dichosas pinturas medievales. Lo intenté con resignación, pero desistí rápidamente por falta de equipo adecuado. La falda pantalón hasta los tobillos que llevo para cumplir el rígido protocolo ortodoxo amenazaba con hacerme pegar un traspiés y romperme los dientes. No llevaba calzado de agarre ni bastón de trekking.  en fin… que el autor de la guía azul de Georgia y Armenia más que recomendar el protocolo de vestimenta para la iglesia, podría tener el detalle que advertir que las “3 horas que dura la visita” consisten en una caminata bajo el sol que como mínimo requiere calzado de agarre, sombrero, protector solar, agua y bastones. Y un dato importante: por la zona hay serpientes. Lo había leído en la guía y pensé que era un poco leyenda urbana pero me lo confirmó un guía que acompañaba a un grupo. Miren por donde pisan.

Para hacerme subir por un pedregal en pendiente a 45 grados a pleno sol y con serpientes,  necesito motivación. Como mínimo tendría que ser la Capilla Sixtina lo que me esperara arriba. Me he tragado en mis dos viajes a Petra (Jordania) la fatigosa subida al Monasterio, pero el reclamo lo valía. En este caso las fotos que he visto de las pinturas de las cuevas en general están en términos generales bastante deterioradas. En otra ocasión y en otras condiciones puede que lo visite.


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