viernes, 25 de agosto de 2017

Armenia: Zorats Karer, el Stonehenge armenio

El siguiente punto de mi itinerario fue el complejo megalítico de Zorats Karer (en armenio 'piedras verticales') también llamado Karahunj (en armenio 'piedras que hablan'), el Stonehenge armenio.

Al llegar a Yeraskh se toma la carretera a la izquierda y de ahí a Sisian. Hay dos desvíos para acceder a Sisian. El primero pasa por Shaki que es el lugar donde está la cascada. Y el segundo siguiendo por la carretera E117 está unos pocos kms más adelante y se entra directamente por el complejo megalítico de Zorats Karer o Karahunge, el Stonehenge armenio.

Si entran a Sisian por Shaki, desde la carretera de entrada verán la señalización a Zorats Karer a la izquierda. Tomen ese camino, doblen a la izquierda otra vez a la izquierda y en la bifurcación tomen el camino de la derecha, que es una pista sin asfaltar. A unos pocos kms está el desvío a Zorats Karer por una pista de tierra. 





El sitio arqueológico Zorats Karer fue visitado por un equipo de arqueólogos de la Universidad de Múnich que publicó sus resultados en 2000, concluyendo que fue una necrópolis de la Edad del Bronce Medio a la Edad del Hierro y de uno de los conjuntos megalíticos más antiguos del mundo. También se especuló con la posibilidad de que podría haber sido un templo dedicado al dios del sol, Ara.

La zona arqueológica cubre aproximadamente 7 hectáreas con 223 menhires o grandes losas de piedra basáltica de hasta 2,8 m de altura y aproximadamente 10 toneladas de peso.




Foto: Zorats Karer
Autora: Marta Leonor Vidal García

Alrededor del 84% de las piedras cuentan con un agujero circular de 4 a 5 cm. de diámetro con ensanchamiento cónico al final. 





Foto: Zorats Karer
Autora: Marta Leonor Vidal García

Los monolitos están extendidos de este a oeste, con una elipse central formada por 40 piedras.


Foto: Zorats Karer
Autora: Marta Leonor Vidal García

Arqueo-astrónomos rusos y armenios han sugerido que los menhires podrían haber sido utilizados para la observación astronómica. Según esa teoría, los agujeros de las piedras servirían para observar la salida del sol o el solsticio de verano. Diecisiete de las piedras se asociaron con las observaciones de la salida del sol o la puesta del sol en los solsticios y equinoccios, y 14 con la órbita lunar. Las alineación de las formaciones rocosas reflejarían supuestamente una alineación con la estrella Deneb de la constelación de Cygnus, que en algunas culturas era la puerta del cielo.




Fotos: Zorats Karer
Autora: Marta Leonor Vidal García

Sobre las posibles funciones de observatorio astronómico de este lugar se han hecho, que yo conozca, dos inicios de investigaciones de pretensión seria:


1.- París Herouni y Elma Parsamyan del Observatorio Astrofísico Byurakande la Academia Armenia de las Ciencias. Herouni  calculó los momentos del paso del cénit de las estrellas más brillantes del hemisferio durante los últimos milenios, así como el desplazamiento del acimut de las estrellas durante su culminación; en base a ello, concluye que se trata de un observatorio construido hace unos 7.500 años



2.- Mihran Vardanyan del Departamento Astrofísico de Oxford que dirigió en septiembre del 2010 la  Expedición conjunta Estrellas y Piedras de la Universidad de Oxford -Royal Geographical Society Expedición-,  para producir mapas en 3D y concluyeron que se puede tratar de uno de los observatorios más antiguos del mundo.


De momento, especulaciones. Queda mucho campo para la investigación en este lugar, aparte de toda la información magufa y esotérico-festiva que circula por internet.



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